sábado, 29 de enero de 2011

Una realidad estereotipada, por Naiara Fernández

“Una realidad estereotipada”
Como introducción a este pequeño artículo, me gustaría citar una frase de una de las canciones del cantautor español Ivan Ferreiro: “Me contaron una vez que hoy el lujo en Nueva York ya no es lo que era ayer, hoy cualquiera podría tener alguna marca que distinga donde está, por eso ya nunca sabemos quién es quién cuando es discreto”.
Esta frase me parece que resume de una forma artística la situación que se vive en el momento actual. Hemos convertido a las marcas y al aspecto físico de las personas en una forma de caracterización, es decir, entramos en la simplificación de pensar que si vistes de una forma o si tienes ciertos rasgos, es porque eres de tal manera concreta. Por tanto, entramos en el mundo de los estereotipos, estos se están consolidando cada vez más y además a nivel global, pues “ahora todo el mundo sabe lo que ocurre en cualquier lugar”.


Los estereotipos y prejuicios tienen un poder que puede ser positivo y negativo. Aunque hoy, en el mundo globalizado, llevan mas bien a un poder problemático. La razón, es que juzgamos a la gente a través de clichés y por tanto pensamos que un chino sólo come arroz, que los argentinos no son fieles o que los franceses son muy rancios, y así una larga lista. Aunque estos estereotipos en concreto no son los que más problemas causan, pues no son peligrosos, incluso pueden llegar a resultar graciosos. El problema es cuando estos estereotipos pueden hacer daño a las personas y tacharlas desde un principio de algo que puede que sean o que puede que no. Aquí me gustaría comentar algún ejemplo que deje claro a lo que me refiero, uno de ellos es el caso del mundo árabe. En España en muchas ocasiones se les considera inferiores y, sin intentar conocer a las personas individualmente, se les atribuyen profesiones que no conllevan grandes estudios, o se les tacha de “babosos”, a los varones o de supeditadas a los hombres a las mujeres. Otro ejemplo puede ser el caso de los chinos, muy de moda en la actualidad, a estos sólo se les atribuyen profesiones como vendedores en tiendas de alimentación chinas, o se habla de ellos con el término de “invasores”.
Los estereotipos son normales, pues es fácil caracterizar a la totalidad de personas de un grupo en uno solo, de hecho es una forma de organizar a la población para realizar ciertos estudios, por ejemplo. Pero es necesario resaltar, que cuando estos estereotipos se saltan el respeto de las personas y pueden llegar a herir sentimientos humanos, entran en una nueva categorización que, en mi opinión, se debería empezar a gestionar.

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