Amelia Cortés Bañolas y Andrea Lobo Araujo
El ejercicio del periodismo es una cuestión bastante difícil en América Latina tal
y como se constató en la 67ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana
de la Prensa
(SIP) celebrada en Lima (Perú) el pasado mes de octubre de 2011. En este
continente los dirigentes hacen cuanto esta en su mano para acallar todas
aquellas voces distintas a su discurso
En países como Argentina, el Gobierno premia u hostiga a los medios de
comunicación de acuerdo a su línea editorial, sobre todo desde la llegada al
poder de Cristina Fernández de Kirchner. Desde los medios paraoficiales se han
llevado a cabo campañas de desprestigio a los periodistas no simpatizantes con
el kirchnerismo y a los periodistas de la oposición. Como ejemplos de ello son
la actuación llevada acabo por el programa “6-7-8” de la cadena de televisión
estatal o a través de carteles injuriosos en la vía pública. Paralelamente, se
esta desarrollando un proceso judicial, iniciado en 2010, para adueñarse de la
fábrica de papel Papel Prensa y limitar así la materia prima de los
diarios con el argumento de que la producción de papel es de “interés común”.
El libre ejercicio del periodismo también se ve mermado por la dificultad en la
obtención de licencias para la creación de medios audiovisuales. Asimismo, en
los primeros seis meses de 2011 la publicidad oficial se duplicó y se concentro
en dos grupos editoriales próximos al gobierno.
En
el caso de México, esta cuestión presenta mayores trabas porque este derecho se
encuentra minado por el narcotráfico. Son muchos los periodistas que pagan con
su propia vida la decisión de vivir y trabajar como verdaderos profesionales.
En este país la SIP
registró, en 2011, 10 asesinatos a periodistas y 76 desde el año 2000. No solo
se perpetran ataques a los profesionales, sino que también atentan contra las
instalaciones de los medios de comunicación como ocurrió en las oficinas del
periódico Vanguardia situadas en
Saltillo, donde en mayo de 2011 fueron arrojadas granadas, provocando numerosos
daños materiales.
En
Ecuador el presidente Rafael Correa ha iniciado una batalla judicial contra el
periódico El Universal por injurias y calumnias. Este asunto ha alertado
a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a Reporteros Sin
Fronteras y a la SIP
que buscan una solución a este caso antes del fallo de la Corte Suprema
ecuatoriana. Las conclusiones que del ejercicio de la libertad de prensa se
presentaron en esta última asamblea fueron que “en Ecuador se difumina la
libertad de expresión y son muchos los periodistas y ciudadanos que se
autocensuran por miedo a las represalias del Gobierno”.
Por
su parte, en Nicaragua continúa la discriminación iniciada en 2007 por el
presidente Daniel Ortega
Por desgracia, no son muchas las organizaciones que apuestan por la defensa de este
derecho. A pesar de los esfuerzos titánicos de los gobernantes, son muchos los
periodistas que no se dan por vencidos en su labor de informar a la sociedad.
Para impulsar esta labor se ha creado la
SIP, que engloba a los profesionales de los medios que abogan
por un periodismo independiente cuyo estandarte sea la libertad de prensa. La SIP ha tomado conciencia de
este gran problema, muestra de ello son las denuncias hechas al gobierno del
Estado Federal de México por la escasez de seguridad que éste proporciona a los
reporteros. Especial mención requieren los esfuerzos que está aunando para
promover una reforma y que los delitos contra la libertad de expresión sean
tratados como delito federal y no prescriban.
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