viernes, 25 de noviembre de 2011

Pisando charcos: Mujeres, violencia e información


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hoy es un día en el que se abren muchos frentes informativos y emocionales, uno de esos días en los que te debates sobre las cuestiones sobre las que quieres escribir: Egipto, la violencia de género, la información… La cadena Euronews nos permite trabajar, desgraciadamente, las tres cuestiones en una sola. La cadena recoge los testimonios de dos periodistas, la francesa Caroline Sinz y la egipcio-estadounidense Mona al Tahawy, denuncian agresiones sexuales* mientras intentaban cubrir las informaciones sobre los acontecimientos de la revolución egipcia. Ambas tienen muy claro que se trata de una forma de intimidación como informadoras, una forma específica de intentar que no se cuente lo que está ocurriendo.
No son los primeros casos. La intimidación sexual contra periodistas ya había sido denunciada en este escenario. También ha ocurrido en otros países levantados contra sus dictadores. No es solo contra periodistas; el ataque es contra la información, sí, pero las víctimas son las mujeres y el método de intimidación es la agresión sexual.


Recuerdo las imágenes de los periodistas protegidos por cordones humanos de manifestantes para garantizar su seguridad frente a las intimidaciones y ataques de los primeros días en la Plaza de Tahrir. Recuerdo, especialmente, el beso que una sanitaria improvisada dio en la frente herida de un periodista español de La Vanguardia como agradecimiento por estar sufriendo junto a ellos y no irse e informar desde lugares más seguros [ver entrada]. No todos los periodistas han podido ser protegidos de la misma manera. Conforme avanza la críticamente la situación, de nuevo aumenta la presión sobre informadores.
Hemos tratado en otras ocasiones el problema del acoso sexual en Egipto [ver entrada] y cómo ha ido aumentando como forma de intimidación sobre las mujeres que van ganándose un puesto en el terreno laboral o reivindican sus derechos. También lo hemos hecho sobre los horrendos crímenes de mujeres periodistas en México [ver entrada].
Lo importante, allí o en cualquier otro escenario, es que se sea consciente del problema, es decir, que se piense en ello en términos de problema, cuestión que algunos no tiene todavía claro. Las lacras de la historia se arrastran como normalidad, como refuerzo de actitudes anteriores que se consiente e incluso se jalean considerando que son medidas justas, correctoras de irracional anhelo de las mujeres por escapar a una forma violenta de minimización social. Una parte de la violencia sexual es intimidación, es una especie de rectificación de pretensiones, es un poner a la mujer en su sitio. Es la forma en que el patriarcado responde violentamente a las pretensiones de emancipación, al abandono de los dos estados permisibles de los femenino, hija y esposa. El espacio “mujer”, su autonomía como sujeto, se considera inexistente y su pretensión como un desafío a un modelo patriarcal con un tipo específico de hombre que se considera el centro de la creación y que posee derechos especiales sobre la mitad de la humanidad.


Las mujeres que pueden estudian en Egipto y en buena parte del mundo, y lo hacen con un buen aprovechamiento porque saben que es una forma de controlar mejor sus propias vidas y de tener una dependencia menor en el futuro. No es una garantía, pero sí una posibilidad más. En ocasiones la independencia familiar se paga con la continuación del acoso laboral. Por eso son esenciales tres políticas: sacar de la invisibilidad el fenómeno, escondido tras los muros de la connivencia histórica, desarrollo legal y acción educativa. La primera incumbe a las personas y a los medios de comunicación, que deben ser especialmente cuidadosos y sensibles al problema tratándolo con la seriedad que merece y no de forma hipócritamente sensacionalista, como ocurre en ocasiones, respetando los derechos; debe tener especial atención el desarrollo de la legislación, con dotaciones reales para resolver los problemas derivados y no solo manifestaciones vacías; y finalmente es labor de educación, de ir introduciendo en los más jóvenes las formas de corrección de los mecanismos de transmisión de malos hábitos sociales, de perspectivas erróneas que van regando mediante goteo el aprendizaje social y familiar. El abandono y la relajación en cualquier de estos tres frentes repercute muy negativamente sobre un fenómeno social ante el que muchos países prefieren no enfrentarse o lo hacen con poco interés.
La intimidación, el acoso y  la violencia física contra las mujeres están presentes, con diferentes grados y conciencias, en todas las sociedades. Pero ese acto violento tiene también un marco simbólico, es una representación de la propia variedad de culturas en las que esas formas violentas son reconocidas o ignoradas o, sencillamente, están integradas en las mismas instituciones oficiales o sociales. La violencia contra las mujeres no es solo una cuestión estadística; es una violencia que se justifica al criminalizar a la mujer, al considerarla como origen del mal o de los males, como propiedad o carga, como posesión propia o general.
La Embajadora USA ante Naciones Unidas lanzó una denuncia contra Muamar El Gadafi señalando que fomentaba las violaciones al repartir viagra entre sus tropas como forma de sembrar el terror entre la población. Desconozco si esto se llegó a verificar más allá de la información que fue dada por todos los periódicos del mundo. Sabemos que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Luis Moreno Ocampo ha señalado posteriormente, en julio, que hay indicios de la compra de esta sustancia.

“La violación es un nuevo aspecto de la represión”, ha dicho el fiscal. “Aparentemente, él decidió castigar con las violaciones”, ha añadido el fiscal de la CPI.**

En cualquier caso, es la representación simbólica de que un ejército consideraba la violación, la agresión sexual, como un arma que había que usar. No es el único ejército que lo ha hecho. Y desgraciadamente, no será el último. Pero, también por desgracia, ese ejército invisible, camuflado, existe en muchas sociedades practicando sus violencias caseras o laborales, hermanando así al dictador doméstico con el dictador político.
La agresión es la culminación física de un proceso cultural que comienza cuando se tuerce el gesto al saber que el nuevo ser llegado al mundo es una niña.

*  "Egipto: agredidas sexualmente dos periodistas" Euronews 25/11/2011http://es.euronews.net/2011/11/25/egipto-agredidas-sexualmente-dos-periodistas/

** “El fiscal de la CPI acusa a Gadafi de alentar a sus tropas para violar a cientos de mujeres” RTVE http://www.rtve.es/noticias/20110609/gadafi-autorizo-personalmente-tropas-violacion-mujeres-segun-fiscal-del-cpi/438357.shtml


Este artículo ha sido publicado previamente en el Blog Pisando charcos: http://pisandocharcosaguirre.blogspot.com/2011/11/mujeres-violencia-e-informacion.html

Se acabó la lección, por Asma Gamal Abdel Nasser




¨Mañana nuevo día... lo celebramos y nos celebra..../
plantamos la tierra con citas de amor y esperanza donde pisamos.../
los días nos agrupan por el bien y la paz.../
juntos..., juntos..., juntos pintamos el mundo con nuestras canciones¨

Así son los primeros versos de la letra de la reciente canción árabe Bokra (en árabe) o Mañana. Esta canción se estrenó el 11/11/2011 a las 11.11 h. en el año que ha llevado y sigue llevando con él los vientos del cambio en todo el mundo y especialmente en el mundo árabe. Aquella fecha muy especial con las letras y con el vídeo de la canción me abrió el día de aquel viernes. Después he sabido que es una especie de versión árabe de la inglesa ¨We are the world¨, del mismo Quincy Jones.  En ella cantan 24 cantantes de 16 países del mundo árabe. 

Y en lo que concierne a los sentimientos que he sentido al escucharla, de verdad no se puede describir. Me recuerda de muchos sentimientos, muchos conceptos y también diferentes estados de ánimo entre ellos; la esperanza, la paz, el amor y bokra que significa nuestra propio mañana.  Me dio ganas de pensar en aquella mañana que lo celebra la opereta.

En el mismo sentido, no debemos cerrar los ojos ante el hecho de que ésta puede ser la primera opereta que canta lo bueno y lo mejor de mañana después de varias anteriores que intentan dar el consuelo al presente árabe y las ruinas de su pasado glorioso. Recuerdo bien que cuando era niña me gustaba mucho la del ¨Sueño árabe¨ que ahora he entendido que ha jugado un papel muy importante en nuestra consciencia como niños. Pero ahora decimos a pleno pulmón ¨basta ya¨ con todas las operetas que abordan el tema del desencanto y la desesperación árabe y ¨basta ya¨ con el sentido de víctima con el que actuamos desde hace muchos años.



Ya hemos abierto los ojos y vemos que "sí" podemos cambiar el presente. Hemos entendido ya que nada pueda obstaculizar los vientos de cambio que soplan en el mundo árabe. Aunque la visión ahora está un poco confusa, tenemos la fe en que el mañana lo creamos con nuestras propias manos y que lo que sembremos lo vamos a ganar. Tarde o temprano los tiranos aprenderán la lección. La lección de que la juventud del pensamiento puede cambiarlo todo y sólo la esperanza, el amor y la sabiduría cambian los pesares de la vida y traen un mañana mejor. Ya se acabo la lección, DICTADORES.

* Asmaa Gamal Abdel Nasser es graduada por la Universidad de El Cairo

[Este artículo ha sido escrito y enviado desde la misma Plaza de Tahrir, entre los jóvenes que quieren que la palabra "mañana" se haga "presente" en sus vidas y la del país que aman, Egipto.Sirva de homenaje a todos aquellos que resisten cada día en la Plaza con la alegría de un mañana que se acerca rápido]

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Programa de radio "No hay color" 2 (2ª temporada)

Hola. nuestro segundo programa de No hay color de este curso ha contado con Beatriz y Gema, Andrea y Amelia, y Macarena, Luis y Gema en control. Comenzamos hablando sobre basuras y reciclados en Managua para seguir con la explotación sexual en España. Llegó la música de la mano de Joanna Cotten y su When something is wrong. Seguimos hablando sobre los encierros universitarios por la enseñanza. Pasamos a Anna Hapton y su versión de Blue Moon. Un toque de cultura sobre la actualidad de Tiempos difíciles de Charles Dickens y la información sobre los actos de las ONG en la facultad de Medicina. Cerramos con Rebekka Bakken y su Any Pretty Girl. Nos despedimos. (47')








jueves, 17 de noviembre de 2011

Programa de radio "No hay color" 1 (2ª temporada)

Hemos comenzado ya el curso! Nuestro primer programa ha sido este, con Carla y Macarena.

Comenzamos nuestro curso de Periodismo de Integración 2011-2012. El primer programa ha sido realizado por Carla y Marcarena, Sara, Joaquín y Flavia y Blanca en control. Hemos tratado de diversas noticias. omenzamos hablando de la afrodescendencia y del cine indígena con Flavia. Y escuchamos a Ruthie Foster con "Rainbow". Después hablamos con Carla sobre la gente que se desplaza a las zonas de catástrofes con la intención de ayudar la margen de cualquier organización y sobre los parques temáticos y tours organizados sobre partes negativas de la Historia. Escuchamos de una versión moderna del Boum! de Charles Trenet. Y pasamos a hablar con Macarena sobre la exposición de arte realizada en Shanghai para buscar alternativas al petroleo, un bien escaso. Escuchamos a Eva Cassidy en una versión maravillosa del Summertime. Hablamos todos sobre lo que esperamos del curso y nos despedimos hasta la próxima.




martes, 8 de noviembre de 2011

El principio del fin, por Salma Wael (*)


Estoy en la cama hablando conmigo misma: ¡oh, qué cansadísima estoy! Tengo que descansar después de este día. pero ¡woooow! fue como un sueño...

¡Qué autobús tan lento! Tengo que llegar a casa de Mariam rápidamente pero este autobús casi no se mueve. ¡Uf! no sé qué esté pasando y quiero saberlo. Hay un señor que esta a mi lado leyendo el periódico. Voy a preguntarle.
Yo: Perdone, señor, ¿puede decirme qué está pasando ahora?
El señor me mira de reojo:  ¡no sé, señorita, no soy adivino!
Yo me digo: ¡Qué graciosillo! y luego bajo del autobús porque creo que voy a llegar mañana, pero también lo que esté pasando me pica la curiosidad. Bajé en una calle muy grande, pero no sé su nombre, y está llena con mucha gente, así que no puedo saber nada.
¿Qué está pasando, por Dios? De repente llegó la Policía y detuvo a muchos jóvenes. Hay gente que está gritando a la Policía "¿por qué nos prohíben nuestros derechos?", pero la Policía no escucha a nadie, solo dispara y detiene a la gente. ¡Qué enfadadísima estoy! Entonces pregunté a un policía vehementemente “¿por qué hace esto, no es nuestra culpa?". El policía me dio un porrazo y entonces yo me desmayé.
¡Oooh, me duele muchísimo la cabeza!, pero…, ¿dónde estoy? Ahora estoy en una habitación muy oscura, tumbada, y no me acuerdo nada de lo que me pasó. Pero ¡menos mal!, no estoy sola…, hay otra chica en la misma habitación.
¿Dónde estamos? ¿Y por qué estamos aquí?, digo en voz alta.
La chica dice sorprendida: ¿No sabes por qué estamos aquí?
Yo digo con mucho miedo: No, no sé.
La chica dice (fríamente): Cálmate, no te preocupes… Estamos en la Seguridad del Estado.
Yo: ¡Queeé! ¿Por qué?, contéstame rápidamente.
La chica: ¡Cómo! ¿No sabes? Hoy es el comienzo de la Libertad: nos manifestamos para derribar el régimen corrupto del Gobierno.
Yo: por fin entendí qué estaba pasando. Perdóname, me olvide preguntarte cómo te llamas.
La chica: No pasa nada, chiquita. Me llamo Lara ¿y tú?
Yo: Soy Salma. ¿Ahora qué vamos a hacer?
Lara: Nada, solo tenemos que esperar.


Toda la noche la revolucionaria me habla sobre cómo podemos derribar al dictador y me hace pensar y pensar en cómo cambiaremos el futuro de nuestro Egipto, aunque no me interesa nada la política. Por la mañana nos pondrán en libertad; en solo una noche me cambió la forma de pensar.
Lara y yo vamos al Tahrir, oh, por cierto, no sabía que esta gran calle fuese el Tahrir ¡qué despistada soy! Luego nos unimos a los manifestantes pero no quiero dar los mismos gritos que ellos y Lara me dice: dilos, dilos con nosotros.
Yo: No quiero chiquita, no me obligues. La policía nos sigue tratando estúpidamente, como siempre, y de repente empieza a dispararnos. Entonces digo a Lara: ¡vámonos rápidamente! y Lara me dice: —Estaré aquí hasta la muerte.
Yo: Por favor, Lara, créeme, volveremos lo antes posible.
La Policía dispara a Lara y cuando me doy cuenta su sangre está fluyendo entre mis manos. Su asesinato repentino me hace gritar y mis ojos se llenan de lágrimas. "El pueblo quiere derribar al régimen", lo que ha llevado a Lara a insultar al Gobierno y la Policía.
Aunque estamos ya en plena noche, los disparos no se detienen. Pero, de repente, empiezan a disminuir los disparos. ¿Qué? La Policía se retira. ¡Oh, qué irresponsables! Todo el mundo está corriendo en la plaza: ¡los ladrones escapan de los cárceles! ¿Qué está pasando, por Dios?

Por cierto, ahora no tengo móvil y no puedo llamar a nadie. Entonces decidí ir a casa de Mariam, esa es la única solución. Voy corriendo por la calle y tengo mucho miedo pero ¡menos mal!, llegué sana y salva. Pero en cuanto Mariam me abre la puerta, yo desfallezco. Pero Mariam me reanimó y me trajo un vaso de agua.
Yo: Gracias, amiguita.
Mariam: oh, mujer, ¿qué te pasó? Yo estaba esperándote. Y le conté y expliqué todo lo que me pasó.
Yo: Ahora voy a dormir, pero mañana seguiré mi camino a la libertad.
Mariam: Lo juro, ¡estás loca!, ¿no tienes miedo?
Yo: Noooo, la sangre de Lara y todos los mártires no será en vano. Y ahora enciende la tele, que quiero saber las noticias.
Mariam: Vale, revolucionarita, jejejeje... ¡Oh, Salma el dictador está hablando!
Yo: Cállate, no me dejas escucharlo...
¡Uf! qué rabia! Ese hombre no tiene ninguna idea sobre lo que está pasando o qué.  Solo quiere cambiar el gobierno, ¡qué tontería!
Nos quedaremos en este caso unos días más soñando con nuestra libertad. El dictador está diciendo sus discursos tontos y, como consecuencia, la situación está empeorando en el Tahrir y en todas las partes de Egipto. Más que eso, él trata de suplicarnos. Pero ¡qué tonto es!
—Ooh, por fin, Mariam ¿quieres ir al Tahrir? ¡Qué alegría!, le digo a Mariam.
Mariam: Sí , cambie de opinión después de sus discursos estúpidos. De verdad, ¡qué tontísima era!
Yo: Jajaja, vale, vamos, amiguita, es que nuestra libertad; está llamándonos…



Así pasan los días en el Tahrir, no perdemos la esperanza. Mariam y yo conocemos a unos revolucionarios muy amables. Cantamos, comemos, etc. juntos y todo eso para aguantar mejor la situación y además hacemos la limpieza después de cada manifestación. De verdad quiero a estos revolucionarios. Hay uno que se llama Mohamed y otra que se llama Cristin. Estamos esperando el momento del renacimiento, porque imagino un nuevo Egipto después de estos malos momentos, un Egipto mejor para nuestros niños, que puedan vivir en la libertad por la que hemos luchado.
Cuando los revolucionarios y yo estamos cantando como siempre, de repente uno de los jóvenes del Tahrir dice en voz alta: Gente, escuchadme, por favor, el dictador va a decir un discurso ahora mismo.
Yo digo: ¡Hombre, qué va a decir! No creo que vaya a ser algo nuevo.
El joven: Creo que tendrás que tener esperanza.
Yo: Vale, vamos a ver.
Reina el silencio en este gran lugar, escuchamos con impaciencia al dictador. ¡Noo! ¿Qué es esto? No es el dictador, es Omar Suleiman, el vice dictador. Mariam me dice: Cállate, quiero escucharlo.
...................................



 ¡Oleeee, por fin se anuncian las palabras que queremos oír! No me lo puedo creer! Estoy llorando de alegría gritando "el dictador dejó el poder" y abrazo a toda la gente. Todo el mundo no cree nada de lo que pasa, pero está celebrando nuestro Egipto nuevo.

Por fin, el dictador dejó el poder y terminó con su renuncia el peor periodo de la historia política en Egipto. Finalmente se bajó el telón de 30 años de fraude político que corrompió nuestra vida, y nos hizo odiar las elecciones, la votación y los resultados falsos.
Siempre soñábamos con una vida nueva sin el dictador y sus ayudantes. Este sueño sedujo a millones de egipcios en cada parte de Egipto, soñaban que este fantasma espantoso saldría de nuestra vida para siempre.
Estas malas caras que nos gobernaban, hicieron el Nilo muy amargo y cambiaron los jardines verdes por otros negros. La gente se transformó en otra, más feroz y derrotista. Estos tiranos cambiaron todas las cosas bellas en nuestro querido Egipto.

Levántate, vaga, son las once y media, dijo mi madre.
Yo a mi misma mirando a mama extrañamente: ¿qué es esto? !Estaba soñando o que!
¡Queeeé, son las once y media! Tardaré mucho…, tengo que ir a casa de Mariam.
Mama: Nooo, no puedes, ¿no sabes qué está pasando fuera o qué?
Yo: No, no sé.
Mama: Hay una manifestación en la plaza del Tahrir y, como sabes, la casa de Mariam está cerca de allí.
Yo: en cualquier caso, tengo que ir.
Tengo que lograr el sueño, me digo a mi misma.
Mama: vale, loquita, ¡haz lo que quieras!
Yo: pero dime, mamá, ¿cuál es la fecha de hoy?
Mama: es el 25 de enero.

Y ese fue el principio del fin...

(*) Salma Wael es estudiante del Departamento de Español de la Universidad de El Cairo.


domingo, 6 de noviembre de 2011

Vivir sin sinceridad es como vivir sin aire (Sherouq El Azab*)

La sinceridad es el sol que ilumina el cielo de felicidad y fidelidad.
En primer lugar, hay que saber qué es la sinceridad. Es un símbolo de integridad y transparencia y es una de las virtudes más destacadas por su papel en la vida del individuo y la sociedad.
Es digno de mencionarse que la sinceridad no es solo darse cuenta de lo que se está diciendo, sino además de lo que se está haciendo. Desgraciadamente, hay personas que siempre dicen y dicen pero luego no hacen nada. ¡Cómo pueden ser tan mentirosas! La sinceridad es decir lo que se está pensando y lo que está en el corazón.
En segundo lugar, es valioso que haya sinceridad entre los tratos con amigos, familia y novios porque si no están expuestos a llevar una vida muy dura, superficial e insignificante. De hecho, es notable ser sincero. Si somos, efectivamente, sinceros vamos a tener virtudes buenas como la honestidad, y plena satisfacción, lo más importante. 
En nuestra opinión, la persona puede cometer errores, pero debe confesarlos, aunque sufra, y no volver a cometerlos otra vez. Así logramos aprender de nuestros propios errores. Y creo que es mucho mejor que sufras por tu sinceridad a que seas premiado por mentiras y embustes.
Sin embargo, aunque esta virtud es un valor imprescindible, en algunos casos tenemos que mentir. Eso nos conduce a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuándo es la sinceridad  un defecto? Cuando decimos a alguien que tiene una enfermedad grave " vas a morir". Cuando un marido dice a su mujer fea, ofendiéndola, "¡Cómo puedes ser tan fea!" Por último, lo que nos me molesta mucho en el plano personal, cuando los padres, casi siempre, dicen a sus hijos sus defectos, aunque estos están aún aprendiendo.
En definitiva, cabe decir, un grano de arena puede llegar a ser una montaña. Es decir, el que empieza a mentir va a mentir para siempre y se le llamará mentiroso, traidor, infiel, deshonesto, etc...


Sherouq El Azab es alumna del Departamento de Español de la Universidad de El Cairo.

martes, 1 de noviembre de 2011

El Taxi del Conocimiento, un proyecto más para el futuro, por Mona El Awady*


Ahmed Zewail

Cuando hablamos del intento del “taxi del conocimiento”, no hablamos solamente de un intento de humanización, sino del nuevo rostro de los egipcios. Esta expresión busca  todos los medios de avanzar y devolver el tiempo perdido a través de lo más bonito en Egipto que son los jóvenes. Ellos lo intentan con todas las medidas posibles, con la ayuda de todas las clases sociales, cada uno como pueda. Este proyecto no es el primero; es uno de muchos, como por ejemplo la idea de Dr. Zewail* de la “Universidad de los alumnos sobresalientes”, de todas las escuelas de Egipto, sean privadas o sean públicas. Lo más importante de esta universidad es crearla con los científicos del futuro, pero esta vez desde Egipto, dentro de Egipto y para Egipto, etc. 

Este intento de la biblioteca Alef es un intento de borrar las ideas y la trayectoria del pasado régimen que tuvo como objetivo aumentar la ignorancia y la decadencia de un pueblo muy creativo, por eso todo el pueblo conoce que el único remedio para hacer avanzar Egipto es la educación, la enseñanza y cultura. La ambición de los egipcios es hacer un nuevo Egipto, que no esté basado en hacer monumentos ni en construir unas ciudades bonitas, sino producir ideas y realizarlas, que atraigan a todo el mundo, como nuestro inicio de la Revolución.
Es nuestro deseo hacer historia, dejar huellas para las nuevas generaciones. Nuestra amargura en este tiempo es que han pasado 30 años o más y no avanzamos, no presentamos ninguna cosa. Todos los egipcios tienen confianza en un futuro mejor. 


* Ahmed Zewail es un científico egipcio, nacionalizado norteamericano, que recibió el Premio Nobel de Química en 1999.


[este texto es comentario de la entrada: http://pisandocharcosaguirre.blogspot.com/2011/10/un-taxi-egipcio-hacia-el-futuro.html]


* Mona El Awady realiza su posgrado en el Departamento de Español de la Universidad de El Cairo.

Pisando charcos: Un taxi egipcio hacia el futuro (*)


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cualquiera que haya tomado un taxi en El Cairo sabe que el vehículo puede llegar a convertirse en una segunda casa. El tráfico de El Cairo es un ejercicio de paciencia frente a la tendencia natural a la desesperación que provoca. Por eso, la iniciativa de algunos taxistas cairotas de convertir sus vehículos en bibliotecas ambulantes no está nada mal. La han llamado "Taxis del conocimiento". La noticia la recogieron EFE y la BBC al menos y saltó en diciembre de 2010. La cadena Alef Bookstores está tras ella apoyándola y ha ido creciendo. Meter libros en los coches y ponerlos a disposición de los clientes es una forma de humanizar el caos, difundir la cultura y aprovechar el tiempo.
Las experiencias del tráfico cairota son legendarias y cualquiera puede contar anécdotas sobre lo que supone montarse en un coche y recorrer las calles de una ciudad en la que las aceras son espacios de convivencia y charla, en donde las sillas se agrupan para montar las conversaciones, y las calzadas son compartidas de forma sorprendente por peatones y vehículos. Porque la diferencia esencial entre las aceras y calzadas es que en unas se está quieto y en las otras apenas se mueve uno. Como se hace difícil caminar por las aceras, finalmente las calzadas acogen a todo lo que se mueve o quiere moverse. El tráfico cairota es un espectáculo en sí mismo, algo que una foto no puede mostrar y que solo el vídeo puede recoger. Es irónico que solo la imagen en movimiento pueda hacer justicia a un atasco, pero es así.

La página principal de la iniciativa "Taxi del conocimiento"en Alef Bookstores

La idea de leer en los taxis es buena y ayudará a reducir el nivel de stress y aumentar el de cultura. Egipto necesita de buenas ideas por parte de todos aquellos capaces de tenerlas. La sequía de ideas provocada por el régimen de Hosni Mubarak ha sido de tal calibre que las ideas tienen que ser incorporadas inmediatamente a cualquier escenario de la vida, desde la política hasta los atascos. En el fondo no hay tanta diferencia entre una y otro, ambas se reflejan. La causa de los atascos, en gran medida, se debe al abandono de las infraestructuras y a la falta de pericia de los que se suponen que coordinan el tráfico a ras de suelo, los guardias, cuyas actuaciones a veces crean más atascos que los que evitan.
No sé si las democracias sirven para evitar los atascos, pero creo que sí pueden servir para elegir a los que sean más eficaces para diseñar políticas que puedan resolverlos. La democracia no son solo grandes ideas, sino también pequeñas soluciones a problemas cotidianos. En el fondo, elegimos a las personas que nos parecen más adecuadas por un programa “único”: que se preocupen por mejorar nuestra situación inicial. Nos olvidamos muchas veces de esta cuestión tan sencilla, pero real: elegimos personas para que hagan bien las cosas y resuelvan los problemas que tenemos. Las dictaduras, además de ser crueles, suelen ser indiferentes en la práctica y grandilocuentes en su retórica. Intentan convencer a los ciudadanos de que hace lo mejor para todos, aunque solo se benefician unos pocos. En el caso de Egipto ha sido dramáticamente así.

Cuando hace un par de días daba un largo paseo por las calles de El Cairo con una amiga me dijo:
—Esta era la ciudad más bonita del mundo.
No le falta razón. Notas cierta y tristeza resignación en la voz de los egipcios cuando te dicen esto. Se han acostumbrado a ser elogiados por cosas que están lejanas en el tiempo, el pasado faraónico, las grandes mezquitas, la modernización de la ciudad a finales de siglo XIX y principios del XX, con sus calles modernas y sus edificios como los que podemos encontrar en nuestra Gran Vía madrileña, la París africana.
— ¡No lo hemos hecho nosotros! —te dicen cuando les ponderas la importancia de lo que ves.

Hay que convencerles de que no es un problema de quién ha hecho las cosas hermosas o importantes. Necesitan urgentemente recuperar esa autoestima que las dictaduras pisotean. Tienen muchos motivos para sentirse orgullosos y, lo que es mucho más importante, sienten la necesidad de estar orgullosos. El “Proud to be Egyptian” es una afirmación de ese deseo. Sin él, no es posible más que la melancolía frustrante del pasado glorioso que, en el caso de los egipcios, es doble.
El orgullo no debe venir solo de los monumentos, de lo espectacular. Hay pueblos que aportan ideas y ejemplos y los egipcios lo están haciendo. Ese puñado de taxis que se han transformado en bibliotecas para aprovechar los atascos de esa urbe gigantesca que es El Cairo son una muestra de ese deseo de cambio, de transformación social que debe recorrer todos los estratos de la vida.
El centro de la sociedad no está en los parlamentos, en la vida política. Eso es un elemento importante, pero no es más que el reflejo de la voluntad general de los pueblos. Esa misma voluntad es la de cambiar todos los rincones, los que están al alcance de nuestras manos. Los políticos deben hacer su tarea, pero un país es cosa de todos. Son las grandes leyes y las pequeñas transformaciones de lo cotidiano, porque tras ambas debe estar siempre el corazón de la gente, su deseo de vivir un poco mejor cada día y compartirlo con los demás. El taxista del que partió la iniciativa es un buen lector y también un buen ciudadano y quiere que los demás ciudadanos que suben a su taxi puedan bajarse de él un poco mejores de como subieron. Si cada uno trata de transformar su entorno inmediato, todos viviremos mejor.
Es ese deseo de mejorar a los que te rodean, de hacerles mejores y más felices, el que es garantía de progreso. Llevamos demasiado tiempo invirtiendo en egoísmo y no da resultado. Por eso, la iniciativa es poderosa por lo que tiene de apuesta personal y social, por muy anecdótica que pueda parecer.
Al eslogan “orgulloso de ser egipcio” habrá que añadir un “orgulloso de tener amigos egipcios”. Así me siento yo.


(*) Este artículo ha sido publicado previamente en el blog Pisando charcos: http://pisandocharcosaguirre.blogspot.com/2011/10/un-taxi-egipcio-hacia-el-futuro.html 28/10/2011